Afortunadamente, este defecto se puede tratar con cirugía. Hay varias maneras de realizar esta operación. Cuando se puede, la arteria coronaria izquierda se desconecta de la arteria pulmonar y se sutura directamente a la aorta (reimplantación).
En otros casos, se construye un túnel por la parte interna de la arteria pulmonar que lleva sangre de la aorta a la arteria coronaria izquierda (procedimiento de Takeuchi). La sangre rica en oxígeno pasa por este túnel y entra a la arteria coronaria izquierda. La sangre oxigenada llega de esta manera al músculo cardiaco.
La recuperación de la reparación quirúrgica puede ser difícil; pueden ocurrir trastornos del ritmo cardiaco, así como otras complicaciones. Sin embargo, una mejoría gradual se espera en la mayoría de los casos. La duración de la hospitalización después de la operación suele ser de 10 días a 3 semanas.